VIRUS DEL WEST NILE
Definición
El West Nile Virus (WNV) es un virus que transportan las aves migratorias y se transmite a los mamíferos por picadura de diversos mosquitos, sobre todo de la especie Culex. Se sabe que el WNV, una vez transmitido por el mosquito al caballo o a la persona, viaja a través del torrente circulatorio hasta llegar al cerebro y a la médula espinal, donde provoca un proceso inflamatorio que puede causar síntomas neurológicos graves e incluso la muerte.
Sintomas
Síntomas que pueden aparecer a los 3-15 días de la infección:
· Fiebre y síntomas gripales.
· Pérdida de apetito.
· Depresión o letargo.
· Imposibilidad o graves dificultades para deglutir.
· Trastornos de la visión.
· Cabeza apoyada o inclinada.
· Tropiezos o traspiés.
· Debilidad muscular, tics nerviosos o temblores musculares.
· Deambular sin rumbo o en círculos.
· Parálisis parcial.
· Imposibilidad de mantenerse en pie sin ayuda.
· Convulsiones.
· Coma
Diagnosis
Si un caballo presenta alguno o varios de los síntomas neurológicos descritos, se debe pensar en la infección por el West Nile Virus. Sospechar de WNV es especialmente importante, si el caballo no ha sido vacunado contra el virus y si existe una posible exposición al mosquito vector. Los casos potenciales se deben diagnosticar rápidamente para iniciar cuanto antes el tratamiento de apoyo necesario; por eso es muy importante solicitar asistencia veterinaria si el caballo presenta algún comportamiento anormal. El diagnóstico definitivo para descartar cualquier otra enfermedad neurológica (por ejemplo, rabia, herpes virus) sólo es posible mediante análisis de laboratorio; además es importante tener correctamente anotadas todas las vacunas que hayan sido administradas en el pasado al caballo, para ayudar al diagnóstico de esta enfermedad. Normalmente los análisis de laboratorio se hacen con muestras de sangre para identificar antígenos o anticuerpos del WNV existentes en el suero.
Tratamiento
En condiciones naturales los caballos producen anticuerpos específicos contra el West Nile Virus, lo que les permite superar los casos leves de la enfermedad provocada por este virus. Sin embargo, todos los casos diagnosticados requieren atención veterinaria. No existe ningún tratamiento específico que cure la Fiebre del Nilo Occidental: el tratamiento es “de apoyo”; se intenta controlar la enfermedad a la vez que se proporcionan los cuidados sanitarios necesarios. Si un caballo presenta síntomas neurológicos graves habrá que ingresarlo en un hospital. Estos caballos tienen que estar en un entorno seguro, con paredes acolchadas y cama abundante, e incluso pueden necesitar un protector para la cabeza para evitar que se hagan daño. Si no pueden permanecer de pie sin ayuda pueden requerir algún tipo de sujeción.
Es importante garantizar una hidratación y nutrición adecuadas; si el caballo no puede ingerirlos voluntariamente, puede necesitar líquidos y nutrición intravenosos. Otros fármacos que pueden incorporarse al tratamiento son antiinflamatorios no esteroideos, sedantes y antivirales, aunque la utilidad de estos últimos todavía no está clara. La recuperación de estos casos clínicos puede necesitar varios meses. Aunque el caballo sobreviva a un cuadro grave de la enfermedad, puede haber sufrido lesiones permanentes en el sistema nervioso central.